Después del anuncio de adelanto electoral, el pasado viernes comenzó la campaña electoral con la pegada de carteles. Han sido 97 largos días de pre campaña, durante los cuales, nuestro partido ha ido perfilando su programa electoral, al mismo tiempo que digería los datos calamitosos de la anterior gestión de los municipios, autonomías y diputaciones conquistadas en las urnas el 22 de mayo, y mientras otros se han dedicado a criticarnos con banalidades y a descalificarnos.
Así, durante esta espera, el Partido Popular ha tenido tenido que soportar todo tipo de acusaciones: desde no tener un programa a tener un programa oculto, de no proponer ni haber propuesto medidas, a afirmar que realizaremos recortes en educación y sanidad, de no hablar claro a acusarnos de realizar políticas “neo-liberales” que destruirán el “estado de bienestar”; en fin, una mezcla entre la campaña del “doberman” del año 96 y la de la “ceja”, la alegría y los cenizos del 2008. La tensión ha ido en aumento conforme han ido pasando los días y las encuestas nos arrojaban cada día mejores resultados, en detrimento de nuestros adversarios que cada día van a menos. De hecho, La última encuesta del CIS arroja los resultados que se observan en el enlace.
Durante los próximos 15 días, aguantaremos todo tipo de mentiras y descalificaciones, ya que nuestros adversarios no pueden presumir de un balance positivo en su ciclo de gobierno, se dedicarán a apelar a los sentimientos aumentado la tensión.
Ojalá nos equivoquemos y la campaña sea tranquila, con exposición de programas y argumentos.
Ojalá no vuelva a interrumpir el terrorismo en campaña.
Ojalá los españoles puedan votar el 20N con la cabeza y no con el estómago.
Confiamos en que los votantes, esta vez, no van a escuchar los cantos de sirena y van a elegir al único equipo capaz de enderezar el rumbo del país y dirigirlo hacia la recuperación y el crecimiento. Somos capaces, ya lo demostramos en nuestra anterior etapa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario